miércoles, 14 de diciembre de 2016

Intercambian obras de arte en Tlaltizapán

  • Angelina Albarrán
  •  
  •  
  • en CuautlaLocal
El artista plástico Emmanuel Espintla Pineda hizo un retrato del escritor indígena Gustavo Zapoteco Sideño, quien, como agradecimiento, le escribió un poema en el que destaca la trayectoria del también promotor cultural y premio estatal de la juventud, durante un singular evento en Tlaltizapán.
La develación de la pintura y la lectura del poema se realizaron paralelamente a la explicación de cómo se conocieron y del interés de Gustavo Zapoteco por tener un cuadro que exprese la trascendencia de que la Universidad de Varsovia publique un libro de sus poemas en náhuatl. Él, a cambio, compuso unos versos para Emmanuel Espintla Pineda.
Sobre la entrega de la pintura, Espíntla Pineda señaló que se sentía en deuda por el apoyo en la traducción al náhuatl de la historia de la comunidad de Tehuixtla, de Jojutla.
Luego de reconocer la trayectoria y particular estilo de Emmanuel Espintla, Gustavo Zapoteco manifestó: “Como artistas, todos nos vamos a morir, pero que quede un legado; él pinta, tiene su estilo. Esta carrera de artistas es una carrera muy fea. Tengo la fortuna de conocer a Natalia Toledo, la hija de Francisco Toledo, y toda esa pléyade de artistas. El legado es lo más importante. Le he dicho a la gente de Tlaltizapán, aunque no soy de aquí, le estoy dando mucho realce. Vienen muchos artistas que están escribiendo ensayos y están tocando en Tlaltizapán. El último ensayo que hizo la Universidad de Varsovia cita a Tlaltizapán por el hecho de que se hizo la entrevista y está dentro de la academia”.
De acuerdo con el poeta, la pintura de Emmanuel Espín es el segundo retrato que le han hecho. En 2007, un becario de Cuau- tla hizo el primero. En esta ocasión, por su amistad y química con Espintla, como también llaman al reconocido pintor, le propuso hacer este intercambio, como lo realizaron Frida Kahlo y Diego Rivera con el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. “Conozco las obras de Frida y las obras de Diego, porque nadie las ha visto porque están en una casa particular de los hijos de Manuel Álvarez Bravo”, agregó.
El escritor de lengua náhuatl precisó: “Él ya tiene un coto de poder establecido, él tiene el suyo y yo el mío, aunque las disciplinas son diferentes. Para que yo también te pueda dar un legado fui tocado, mi pluma fue tocada. Voy a publicar el poema dentro de mi círculo literario y también tu obra; tú en lo personal vas a empezar a rotar en este medio literario; si a alguien le interesa, te conocerá. El cuadro siempre llevará su firma y quedará para la historia”.
Entregado en papel amate y titulado “Cerúleo Espintla”, en alusión al libro “Puebla: azul cerúleo”, que publicó el oriundo de Tehuixtla, el poema expresa lo siguiente: “Sois como la flor del desierto que brotaste del oasis de las calcitrantes piedras del reino de los Tehuixtlas, junto a la serpentina boa del Amacuzac, sois voz en el penacho de etéreas plumas que caminan sobre piedras mudas de Xochicalco”.
Acompañados de un selecto grupo de amigos, los artistas celebraron la entrega de estas obras con una rica cena, vino tinto y mezcal de Guerrero. En medio de la bohemia, declamó Ramón Mesa y se entonaron canciones a capela, con el karaoke de un celular, mientras una periodista apuraba la entrega de sus notas y la noche se hacía cada vez más fría.

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